El deseo de volar del hombre se remonta a la
prehistoria cuando los primeros hombres observaron el vuelo de las aves y otros
tipos de animales. A lo largo de la historia ha habido varios intentos fallidos
de vuelo, entre ellos se encuentra la conocida leyenda de Ícaro y Dédalo, que
encontrándose prisioneros en la isla de Minos, se construyeron unas alas con
plumas y cera para poder escapar. Ícaro se aproximó demasiado al Sol y
cayó al vacío.
La historia moderna de la aviación es
compleja, en un principio muchos pensaron que volar era algo imposible. Hasta
que a comienzos del siglo XVIII se construyeron los primeros globos
aeroestáticos que conseguían alzarse en el aire, pero eran poco manejables. A
partir del siglo XIX se consiguieron construir los primeros dirigibles, que
podían ser guiados y controlados; un poco más adelante aparecieron los
planeadores y aeroplanos a motor.
Este libro contiene numerosas historias de aviadores conocidos como Yuri Gagarin el cosmonauta ruso, o algunos accidentes en los alpes que cuentan las innumerables consecuencias del aislamiento de un aviador experimentado en el hielo; otras narraciones menos llamativas como la de una azafata y su experiencia en los viajes intercontinentales o la incorporación de la mujer en el mundo de la aeronaútica francesa. Además del entrenamiento y formación de un piloto a lo largo de su carrera que narra los cambios y adaptaciones a los distintos modelos a lo largo de los años y las numerosas pruebas, exámenes y certificaciones que tiene que cursar.
Muchas otras
historias de la aviación francesa del siglo XX se encuentran entre estas páginas que no
dejarán al lector en la indiferencia. Un
recorrido histórico de interés general.
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