Después de la Primera Invasión el mundo se ha asociado contra los insectores en una alianza conocida como la Hegemonia. Todos los ejércitos de la Tierra han unido sus fuerzas creando una Flota Internacional para destruir a los enemigos.
La F.I. necesita un buen comandante con los conocimientos suficientes para llevar a cabo la misión.
El fin justifica los medios, y sacrificar la infancia de un niño con el propósito de salvar a toda la humanidad no supone un gran dilema.
Andrew Wigging, sus acciones nos estremecen y su sufrimiento nos conmueve. Privado de crecer en un ambiente relajado, y viéndose relevado a un segundo plano desde su más temprana edad, por el hecho de ser un tercero, Ender aprende rápido a desconfiar de todos los que le rodean.
En la Escuela de Batalla, demuestra en poco tiempo sus habilidades y logra asombrar a los más escépticos. El duro entrenamiento que recibe, tanto psicológico como físico, le lleva hasta el límite de sus capacidades; la presión, el estrés y el agotamiento son permanentes.
Sobreponiéndose a las dificultades, demuestra tener un control de la situación, ser una persona fuerte. El trabajo y esfuerzo continuo, la lucha constante contra todos los obstáculos que se encuentra, acaban convirtiendo a Andrew en una persona íntegra. Capaz de dirigir a toda una flota.
Mientras tanto, en la Tierra, también surgen dificultades. La debilidad de algunos frente a situaciones hostiles les da facilidad a otros para llevar a cabo ciertas conspiraciones. Valentine y Peter, los hermanos de Ender, no se quedan al margen de la situación, ambos demuestran su inteligencia, creando personajes ficticios como Locke o Demóstenes, para entrometerse en la política de la nueva era.
No es una simple narración de ciencia ficción; es un relato profundo, lleno de emociones y sorpresas. Esperanza, odio, miedo, ambición; todo reflejado en una gran historia.
Ender, el genio militar que puede vencer a los invasores y salvar a la raza humana de su extinción definitiva. Permitiendo, además, la colonización espacial que posibilita la supervivencia del ser humano en el universo. Incluso teniendo todo en su contra, Andrew Wigging conoce la importancia de su existencia, por eso nunca deja de aprender. Analiza el juego, vive dentro de él.
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