La casa en la que Tuppence Beresford se fijó cuando iba en el tren esconde algo, llamó su atención desde el primer instante.
El cuadro que encontró por casualidad en el pueblo no hizo más que confirmar sus sospechas. Los cotilleos y habladurías de años atrás tenían algo de verdad. La muerte de varios niños en cierta época sembró el temor entre la población. Y una serie de robos de gran envergadura por la zona aumentó ese miedo a los delincuentes desconocidos. Unos bandidos peligrosos que ocupaban algunas de las casas más siniestras, entre ellas, aquella en la que nuestra protagonista se fijó.
Muchos secretos e historias de encubrimiento se enzarzan en una maraña de delitos sin resolver. Es Tuppence quien se entromete en un caso de años atrás y pone su vida en riesgo para intentar atrapar a los culpables. Se reúne con la gente del lugar e indaga, hasta el punto de tener un accidente que casi acab con su vida.
Su marido Tommy la intenta persuadir después de aquello y alejarla del peligro sea como sea, advirtiéndola en varias ocasiones de la gravedad del asunto; pero la curiosidad y el empeño por saber la verdad acaban por obsesionar a la señora Beresford.
La explicación a todos los sucesos acontecidos es algo extraordinaria, el suspense y el misterio se acaba disolviendo en un final que no deja a nadie en la indiferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario