La repentina muerte de John a manos de su asesino se llevó a cabo en la piscina, allí encontraron su cuerpo tendido. Durante una cena en la que Poirot es invitado se intenta hacerle una broma preparada, pero todo es confuso, y finalmente la broma se convierte en tragedia. Las últimas palabras del agonizante John son: Henrietta, nombre de su amante.
Gerda, esposa de John es vista con el revólver en la mano. Todos los de la fiesta han tocado y disparado dicho revólver, por lo que las huellas de todos los invitados están en él. Tratándose de una inocente broma nadie esperaba ninguna complicación.
Así, Hércules Poirot se ve envuelto en un misterio sin resolver; acompaña a Gerda durante la investigación del crimen y el resultado es algo fuera de lo corriente. Una aventura en la que Poirot usará todo su intelecto para descartar sospechosos, encontrar motivos, y averiguar la verdad.
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