El envenenamiento de una mujer provoca su muerte fatal. Todos los implicados o seres cercanos parecen tener coartadas para el momento en el que ocurrió el crimen.
Esta vez Hércules Poirot descubrirá que el principal sospechoso encontrado en la habitación en posesión de un frasco de estricnina es inocente. Lo difícil es demostrar su inocencia ya que todas las pruebas encontradas están en su contra. La pista que finalmente pondrá fin al misterio se encuentra delante de sus narices, y tras largos desvelos y situaciones incómodas consigue atrapar a los verdaderos culpables.
Una historia llena de intriga y misterio en la que Hércules Poirot y su amigo Hastings resuelven de nuevo el caso, demostrando una vez más su acertada intervención en este tipo de situaciones.
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