Esta historia basada en hechos reales ocurrió a finales del siglo XVIII, la tripulación del Bounty partía de Portsmouth y nadie sabia el porvenir que les esperaba.
La historia se divide en tres partes: Rebelión a Bordo, Hombres contra el Mar y la Isla de Pictcairn.
En la primera parte el autoritarismo del capitán Bligh consigue cansar a gran parte de la tripulación de a bordo, quienes soportan a duras penas el mando exageradamente estricto de este. Y es que el mar es un lugar difícil y la marina Inglesa de aquella época estaba completamente jerarquizada.
El malestar generalizado lleva al desarrollo de un motín a bordo, en el que unos pocos se mantienen fieles al Capitán Bligh y otros tantos se alegran de abandonarlo a su suerte en una chalupa. Más tarde, se dará el juicio en el que algunos salen indemnes y otros salen peor parados.
En la segunda parte se cuenta como se hizo la travesía hasta llegar a la Isla de Timor, finalmente los supervivientes del motín llegan a un lugar seguro, enfrentándose a tormentas y al oleaje más crispado. Un milagro del que más tarde los amotinados se enterarán y se alegrarán de que no haya sido algo fatal para los exiliados.

En la tercera parte un testigo de todo lo que ocurre tras el naufragio del Bounty en la Isla de Pictcairn cuenta desde su punto de vista la verdadera historia, con sus luces y sus sombras. Y es que al comienzo los ingleses y los indígenas se tratan como iguales, pero a medida que avanza la historia los ingleses se creen con derecho de explotar a los indígenas e intentan acostumbrar a sus mujeres a las costumbres inglesas. Así se siembra un ambiente de desconfianza que acaba produciendo una rivalidad cada vez mayor, magnificada por el afán de los ingleses de dividir las tierras, a la que dan respuesta los indígenas, asesinando a los que antes eran sus amigos o incluso hermanos.
Tras la masacre, las mujeres y los niños quedan de un lado, apartadas y asustadas por lo que ha llegado a ocurrir. Viven divididos en dos zonas. Los hombres se dedican a destilar con ayuda de un alambique y este tipo de vida les lleva a la perdición; algunos acaban suicidándose, otros enloquecen, etc. El protagonista consigue deshacerse del alcohol y comienza un camino duro hacia la abstinencia. Poco a poco consigue salir del agujero en el que se había metido y retoma contacto con las mujeres y los niños y niñas. Un atisbo de esperanza ve en esos inocentes y tras un tiempo les coge cariño.
Tras la horrible carnicería, las mujeres deciden no mencionar nada del pasado a los más jóvenes e inician una nueva forma de vida. Cuando parece estar todo en calma aparece Quintal, herido y fuera de sí, atacando a todas las mujeres con las que se topa. El final es algo amargo para este, ya que su compañero debe acabar con su vida para defender a todos los demás. El protagonista cargará con la culpa de esta muerte durante muchos años hasta que consigue encontrar un camino de arrepentimiento y dicha hacia el final de la historia.